En España disfrutamos de más de 2.500 horas de sol al año en el que podemos producir energía a través de placas solares. Ahora la pregunta es, ¿Qué pasa cuando se hace de noche?
La energía solar se ha impulsado enormemente en los últimos años. En el caso del autoconsumo, muchos empresarios han optado por un consumo de electricidad más concienciado con el medio ambiente. En un día normal en España, dependiendo de la instalación de autoconsumo, se debería producir energía suficiente para cubrir las necesidades de consumo. El problema es cuando es un día nublado o de noche, ¿la placas solares siguen funcionando?
Las placas solares funcionan a raíz de la activación de células solares fotovoltaicas. Estas son las que se centran en transformar la energía del sol en electricidad. Esto se conoce como energía fotoeléctrica. A través de un inversor, la producción pasa de ser corriente continua a alterna para su posterior consumo.
¿Qué pasa cuando las placas solares no reciben luz solar?
Como ya mencionamos en nuestro artículo «¿Es rentable el autoconsumo en invierno?«, los paneles siguen en funcionamiento incluso en días con niebla. La única diferencia: producen menos en comparación a cuando el sol incide directamente. Todo dependerá de varios factores.
Una causa condicionante de la reducción de producción es el espesor de las nubes. Según su grosor, los paneles solares pueden generar entre un 10 y un 25%. Sin embargo, si es un cielo nublado pero fino, la instalación podrá funcionar un 60% de su capacidad.
La inclinación según su tipología también es fundamental. En España la inclinación más eficiente y óptima es orientada al sur y una inclinación latitud del sitio. En el caso de no poder realizarla en esa localización, se buscará la mayor aproximación.
Por último, en el caso de que sea de noche, las placas solares pueden usar luz indirecta y seguir generando energía. Para aquellos sectores cuya actividad sea continua (24 horas), suele ocurrir que hay una demanda superior de energía a la generada. En estos casos, se suele recurrir al uso de baterías para almacenar los excedentes o simplemente seguir conectado a la red.